Pero yo no puedo odiarte, ni insultarte por las esquinas. Simplemente porque no puedo. Y quiero decirte que te quiero todas las mañanas y todos los segundos, y que no voy a parar hasta conseguirlo. Hasta que me muera de no dormir, de no tenerte y de no entenderte...
Voy a quererte como tú me pides.
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